29 de noviembre de 2012

Eficiencia energética: Directiva 2012/27 relativa a la eficiencia energética


DIRECTIVA 2012/27/UE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO de 25 de octubre de 2012 relativa a la eficiencia energética, por la que se modifican las Directivas 2009/125/CE y 2010/30/UE, y por la que se derogan las Directivas 2004/8/CE y 2006/32/CE.

El Parlamento europeo y el consejo de la Unión Europea consideran que La Unión se enfrenta a nuevos retos debido a una creciente dependencia de las importaciones de energía y a la escasez de recursos energéticos, así como a la necesidad de limitar el cambio climático y superar la crisis económica.

La eficiencia energética es un medio valioso para superar estos retos. Mejora la seguridad de abastecimiento y ayuda a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero de manera rentable.El cambio a una economía más eficiente en el consumo de energía también acelera la difusión de soluciones tecnológicas innovadoras y mejora la competitividad de la industria de la Unión, impulsando el crecimiento económico y creando empleos de alta calidad en varios sectores relacionados con la eficiencia energética.

La Directiva persigue el objetivo general sobre efi­ciencia energética consistente en llegar a 2020 con un ahorro del 20 % en el consumo de energía primaria de la Unión, y en conseguir nuevas mejoras de la eficiencia energética más allá de 2020.

Según esta Directiva, los Estados miembros establecerán una estrategia a largo plazo para movilizar inversiones en la renovación del parque nacional de edificios residenciales y comerciales, tanto público como privado, y será actualizado cada tres años.

Los Estados miembros darán a las PYME ejemplos de las ventajas de gestión energética para sus negocios y velaran por que se sometan a las que no son PYME a una auditoria energética realizada de forma independiente. Al mismo tiempo, se asegurarán de que se determinan medidas e inversiones concretas para la introducción en la infraestructura de red de mejoras de la eficiencia energética eficaces.

Separa el consumo de energía del crecimiento económico, en muchas ocasiones, el consumo de energía es un índice para determinar la actividad de un país, ya demostrado que no son independientes.

Dentro de este proceso y para cumplir este objetivo a nivel nacional, los Estados miembros están obligados a establecer objetivos nacionales en estrecho diálogo con la Comisión y a indicar en sus programas de reforma nacionales de qué manera piensan alcanzarlos.

Esta directiva surge como respuesta a que no se están realizando las actuaciones apropiadas para incrementar el ahorro de energía en los edificios, los transportes y los procesos de producción  y manufacturación.



El segundo Plan de Acción viene a confirmar que no se avanza lo suficiente para lograr el objetivo. Para poner remedio a esta deficiencia, en el Plan de Eficiencia Ener­gética 2011 se detallaba una serie de políticas y medidas de eficiencia energética de generación de energía, trans­porte1 y distribución.


1. La eficiencia energética en el sector del transporte se abordaba paralelamente en el Libro Blanco sobre el Transporte, aprobado el 28 de marzo de 2011.


22 de noviembre de 2012

Cambio de consumo


Son numerosos los estudios que demuestran los efectos del consumo actual sobre el planeta, coincidiendo en la imposibilidad de seguir manteniendo las pautas de comportamiento sin poner en riesgo el equilibrio. Su distribución demográfica y socioeconómica pone en relieve las diferencias entre norte y sur. 

La sociedad de consumo es ahora una sociedad de la información orientada al consumo de bienes y servicios. Consumimos no para acumular bienes sino que los usamos para inmediatamente sustituirlos por otros nuevos que nos proporcionan sensaciones nuevas e inexploradas. Cuando se consigue, el valor desaparece y se busca un nuevo deseo para consumir sin límite y sin alcanzar nunca la felicidad.



La rotación de los productos "caducos" lleva a la práctica de la obsolescencia programada de los bienes, con independencia de las prestaciones tecnológicas alcanzadas.  

También se puede añadir la figura del consumo defensivo frente al consumo creativo. El primero no genera bienestar adicional, se trata de un consumo obligado para el individuo, para que pueda seguir manteniendo su situación, con este consumo adaptativo se disminuye la libertad de elección.

Consumo sostenible

Es importante la relevancia de las políticas de consumo sostenible y la necesidad de corresponsabilidad de todos los agentes de mercado.

Las acciones han de ir encaminadas a la sensibilización, información, formación y educación de un consumo responsable, entendido este, no solo como beneficioso para el medio ambiente, si no también, saludable, seguro y solidario. La huella ecológica y la huella de carbono pueden convertirse en útiles instrumentos de cambio si se abordan integralmente, es decir, con el compromiso compartido de todos.

La responsabilidad social de los consumidores y la responsabilidad social de las empresas deben inspirar las decisiones de compra de unos y las prácticas de producción y distribución de otras.



16 de noviembre de 2012

Ciudad compacta vs Ciudad difusa


La ordenación d
el territorio es la expresión espacial de las políticas económicas, sociales, culturales y ecológicas de la sociedad. El hombre y su bienestar, así como la interacción con el medio ambiente, son el centro de la preocupación de la ordenación del territorio, la cual debe ser democrática, global, funcional y prospectiva1Carta Europea de Ordenación del Territorio
El actual modelo de desarrollo, basado casi exclusivamente en el consumo de recursos no renovables, se muestra claramente insostenible. Este crecimiento expansivo y acelerado de los sistemas urbanos y el aumento del consumo de recursos, con la consecuente producción de contaminantes y residuos, son los principales elementos que incrementan la presión sobre los sistemas de soporte que proporcionan energía y materiales a las ciudades.

Los objetivos fundamentales que debe perseguir la ordenación del territorio serían:
  • El desarrollo socioeconómico equilibrado de las regiones; donde se controle el crecimiento de las regiones congestionadas y alentar el desarrollo de las regiones que mantienen un cierto retraso.
  • La mejora de la calidad ambiental
  • La gestión responsable de los recursos naturales y la protección del medio ambiente; asegurar una administración responsable de los recursos del suelo y del subsuelo, del aire, del agua, de los recursos energéticos, de la fauna y de la flora; dedicando una atención especial a patrimonio natural, cultural y arquitectónico. 
  • La utilización racional del territorio; controlar la implantación, la organización y el desarrollo de los grandes complejos urbanos e industriales y de las grandes infraestructuras, así como la protección de las zonas agrícolas y forestales. 
  • Política del suelo; con el fin de hacer posible la realización de objetivos de interés general. 

Ciudad Difusa

La tendencia actual de producir urbanización consiste en crear una ciudad difusa, donde se separan las funciones de la ciudad en áreas distintas entre sí y requieren largos desplazamientos para cubrir dichas funciones.


Ciudad Difusa


En el área de movilidad, la ciudad difusa provoca:
  • Aumento de emisiones de gases a la atmósfera
  • Aumento de superficie expuesta a niveles de ruido inadmisibles, de accidentes y de horas laborales perdidas en desplazamientos.
  • Disfunciones en términos de complejidad, genera espacios monofuncionales.
  • Disminución de eficiencia, aumentando el consumo de recursos
  • Problemas de cohesión social, segrega a la población según sus rentas.

Ciudad compacta

Es necesario ir hacia otro modelo que de respuestas a las disfunciones que las ciudad actuales presentan y que aborde los retos de la sociedad actual; como son la sostenibilidad y la entrada en la sociedad de la información y del conocimiento.

El modelo de ciudad compacta y diversa es el que más se aproxima a dar estas soluciones, permite concebir un aumento de la complejidad de sus partes internas, que es la base para obtener una vida social cohesionada y una plataforma económica competitiva. Al mismo tiempo ahorra suelo, energía y recursos materiales, y contribuye a la preservación de los sistemas agrícolas y naturales.
Ciudad Compacta y diversa.


Las características esenciales en las ciudades compactas son: contacto, regulación, intercambio y comunicación. La ciudad compacta y densa genera una vida social cohesionada y una plataforma económica competitiva. La mezcla, la hibridación, la proximidad de la vivienda, el comercio, el teatro, el parque, el colegio... son componentes inseparables de la ciudad compacta y una de sus cualidades más positivas y garantía de austeridad en el uso de las energía necesarias para su funcionamiento.



Menor consumo de suelo. 
La proximidad entre usos y funciones supone un menor consumo de materiales. 
La superficie edificada /habitante es menor.  

La tipología edificatoria tiene un menor mantenimiento. 
La mayoría de viajes se pueden realizarse a pie, bicicleta o en transporte público. 
Las demandas energéticas en bloques de apartamentos son menores. 
La calle, y la plaza constituyen los espacios de contacto y de convivencia por excelencia aportando calidad urbana.
1. Democrática ya que debe asegurar la participación de la población afectada y sus representantes políticos. Global al coordinar e integrar las diferentes políticas sectoriales. Funcional ya que debe conocer la existencia de las realidades regionales fundadas sobre unos determinados valores, una cultura determinada y los intereses comunes superando las fronteras administrativas y regionales. Prospectiva ya que debe entender y conocer las tendencias y los desarrollos a largo tiempo de los fenómenos e intervenciones económicas, ecológicas, sociales, culturales y del medio en el que se aplica. 

10 de noviembre de 2012

Huella de carbono


La huella de carbono es un certificado en el que se miden las emisiones de dióxido de carbono que se realizan en la cadena de producción de bienes, desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento de desperdicios, pasando por la manufacturación y el transporte. Por tanto la huella de CO2 es la medida del impacto que provocan las actividades del ser humano en el medio ambiente y se determina según la cantidad de gases de efecto invernadero producidos, medidos en unidades de dióxido de carbono.


Con la huella de CO2, se pretende que las empresas puedan reducir los niveles de contaminación mediante un cálculo estandarizado de las emisiones que tienen lugar durante los procesos productivos. El certificado de la huella de carbono no es obligatorio, pero muchas empresas están interesadas en que sus productos lleven la etiqueta que certifica los valores de CO2 de sus productos ya que así los consumidores podrán optar por los productos más sanos y menos contaminantes.

La huella de carbono representa una medida para la contribución de las organizaciones a ser entidades socialmente responsables y un elemento más de concienciación para la asunción entre los ciudadanos de prácticas más sostenibles. Con esta iniciativa se pretende cuantificar la cantidad de emisiones de Gases Efecto Invernadero (GEI), medidas es emisiones de CO2 equivalente, que son liberadas a la atmósfera debido a nuestras actividades cotidianas o a la comercialización de un producto.

Este análisis abarca todas las actividades de su ciclo de vida (desde adquisición de las materias primas hasta su gestión como residuo) permitiendo a los consumidores decidir que alimentos comprar en base a la contaminación generada como resultado de los procesos por los que ha pasado.




Se encuentra acreditado internacionalmente para otorgar certificación en la Huella de carbono, basado en estándares internacionales tales como la ISO 14064, GHG Protocol y PAS 2050. El PAS 2050 mide los GEI de bienes y servicios a lo largo de su ciclo de vida desde la producción de materias primas hasta su consumo y envasado. Esta metodología es la más consultada para el cálculo de huella de carbono.

7 de noviembre de 2012

RESPONSABILIDAD AMBIENTAL: Quien contamina no solo PAGA, también REPARA



La Directiva 2004/35/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de abril de 2004, sobre responsabilidad medioambiental obliga a los causantes de daños ambientales a encargarse de su reparación.

El objeto de la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental es regular la responsabilidad de los operadores de prevenir, evitar y reparar daños medioambientales, de conformidad con el artículo 45 de la Constitución y con los principios de prevención y de que "quien contamina paga".

La Ley 26/2007 diferencia a las empresas cuya actividad se encuentren contempladas dentro del marco de referencia del Anexo III. Estas actividades habrán de cumplir con los requisitos legales establecidos en la Ley.
1. Empresas incluidas en el Anexo III
Antes del Accidente deberán:
  • Comunicar la posible amenaza. (art 9.2)
  • Prever los daños de las posibles amenazas. (art 17.1)
Después del Accidente deberán:
  • Comunicar los daños. (art 9.2)
  • Evitar nuevos daños. (art 17.2)
  • Reparar los daños. (art 19.1)
Al margen de la existencia o no de daños deberán:
  • Disponer de una garantía financiera en forma de seguro, aval o reserva técnica.


2. Empresas NO incluidas en el Anexo III
Antes del accidente deberán:
  • Comunicar la posible amenaza. (art 9.2)
  • Prever los daños de las posibles amenazas. (art 17.1)
Después del accidente deberán:
  • Comunicar los daños. (art 9.2)
  • Evitar nuevos daños (art 17.2)
  • Reparar los daños solo si se ha incurrido en dolo (intencionalidad), culpa o negligencia (art 19.2)
Independientemente de todo y siempre que sean responsable de los daños, deberán sufragar los costes de las medidas adoptadas (art 9.1)

Esta legislación resulta insuficiente, ya que sólo entiende por daño ambiental los daños SIGNIFICATIVOS1 causados a las especies silvestres y los ecosistemas, al agua y al suelo. La ley excluye a la atmósfera, los vertidos de hidrocarburos al mar, liberación de organismo modificados genéticamente, perjuicios causados pos instalaciones nucleares. Por otro lado, la administración puede eximir de los costes por contaminación, por lo que obras públicas como trasvases, carreteras o embalses podrían liberarse de la ley.

Las comunidades Autónomas serán las encargadas de la ejecución de la ley, así como el desarrollo, aplicación e implementación del reglamento y metodología de la evaluación del riesgo.

Para evitar que los responsables de la contaminación se declaren insolventes y eviten restaurar el entorno, la Ley impone a las empresas un Fondo de Garantía Obligatoria de distinta cuantía según la estimación del posible daño. Por debajo de los 300.000 euros, las empresas quedan exentas de esta exigencia; entre 300.000 y dos millones, se podrá optar entre suscribir la garantía financiera o adherirse al sistema comunitario de gestión y auditorías medioambientales (EMAS), o UNE-EN-ISO 14001:2004; y por encima de los dos millones de euros, se exigirá siempre la garantía financiera. La aplicación de esta garantía financiera obligatoria no tendrá efecto hasta enero de 2011.

1. El carácter significativo se evaluará en relación con el estado básico teniendo en cuenta los criterios expuestos en el Anexo 1 de la ley.

5 de noviembre de 2012

Etiqueta ecológica

"El etiquetado ecológico constituye esencialmente una garantía de un producto, y específicamente de garantía de calidad ambiental, es decir, conceder un distintivo que acredita o certifica las cualidades ambientales de un producto"
Los objetivos de la ECOETIQUETA-ECOLABEL es promover el diseño, la producción, la comercialización y la utilización productos que tengan repercusiones reducidas en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida y proporcionar a los consumidores mejor información sobre las repercusiones ecológicas de los productos.

  • Es una herramienta para promocionar la "producción y el consumo sostenible"
  • Reducir el impacto ambiental del consumo
  • Fomentar pautas de comportamiento ecológico
  • Mejorar la gestión del producto
  • Aplicación a determinados productos y servicios (excluidos productos farmacéuticos).

El sistema comunitario de ecoetiquetado fue instaurado en 1992 a raíz del Reglamento 880/92 como un solo sistema de ecoetiquetado. Ofrece una información que destaca los aspectos positivos o beneficios del producto para promover la compra de los productos más limpios.

Los programas de ecoetiquetado son de utilización voluntaria y está basado en el análisis de vida del producto, conforme al principio "de la cuna a la tumba".

Los programas aseguran la participación en el proceso de selección de productos y elaboración de criterios de sectores y grupos de interés implicados (industria, comercio, consumidores y ecologistas). Es de carácter oficial con apoyo público de carácter gubernamental o estatal, que aporta garantías y permite diferenciarles de otros distintivos privados y no oficiales.


La ecoetiqueta europea es un sistema de certificación conforme a la norma ISO 14024. Con el Reglamento 66/2010 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de noviembre de 2009, relativo a la etiqueta ecológica de la UE, se pretende mejorar el conocimiento y confianza en la Etiqueta Ecológica Europea a través de una mayor promoción: participación más activa en el establecimiento de los criterios por parte de asociaciones de consumidores y ONGs; criterios fácilmente comprensibles, basados en pruebas científicas que consideren los avances tecnológicos, orientados al mercado y a los impactos más importantes de los productos sobre el medio ambiente durante la totalidad de su ciclo de vida y a la sustitución de las sustancias peligrosas: y la mejora de la vigilancia y el control de su uso.

30 de octubre de 2012

Inteligencia Ecológica

Daniel Goleman, autor de best sellers como "Inteligencia emocional" o "Inteligencia social" describe la "Inteligencia Ecológica" como la capacidad de vivir tratando de dañar lo menos posible a la naturaleza. Consiste en comprender qué consecuencias tienen sobre el medio ambiente las decisiones que tomamos en nuestro día a día e intentar elegir las más beneficiosas para la salud del planeta.

El ciclo de vida de los productos mide el impacto que tiene en el entorno, su grado de toxicidad en el medio para las personas que lo han fabricado y sobre nuestra propia salud.

Según una entrevista publicada en el periódico El País, un consumo consciente parte de la responsabilidad personal (compro lo que necesito) y de la consciencia ecológica (me informo de si lo que compro se fabrica respetando el medio ambiente).

El mundo de la abundancia material en la que nos hayamos inmersos tiene un precio muy alto que no se refleja en la etiqueta. Ignoramos las consecuencias que tienen lugar por la cadena de producción.

Al incorporar la huella ecológica en la etiqueta de los productos podremos comparar entre ellos, y cuanto más lo hagamos habrá mayor cambio en las cuotas de mercado. Si el productor quiere sobrevivir tendrá que mejorar el impacto del ciclo de vida de los productos. Los fabricantes habrán de mejorar continuamente sus productos para ser más competitivos. Sólo un etiquetado transparente puede ayudarnos a saber lo que compramos, a ser responsables con cada una de nuestras elecciones, con nuestro entorno y en definitiva, con nuestra vida.



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